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Alrededor de mundo abundan los casos de personas que decidieron practicarse algún tipo de cirugía estética y posteriormente sufrieron complicaciones que arruinaron el plan inicial de mejora que tenían para su cuerpo. Por regla general, las cirugías estéticas no están exentas en ningún momento de riesgos (aun siendo una intervención sumamente electiva) ya que al final de cuenta suponen la ejecución de una intervención física, en ocasiones muy invasivas. Por esta razón es altamente recomendable que las personas que están pensando en contratar los servicios de algún centro de salud para realizarse algún procedimiento cosmético efectúen una evaluación objetivo de los estándares de calidad delos centros de salud disponibles a fin de garantizar la elección de aquel que brinde mayor nivel de seguridad al paciente durante una cirugía estética.

Criterios para elegir al cirujano adecuado

Elija un cirujano plástico certificado. Es necesario que el cirujano plástico posea las credenciales oficiales que avalen su competencia médica. Esta persona debe poseer título académicos que los respalden.

Indague los centros médicos donde trabaja. Si el cirujano trabaja en una consulta privada, pero además trabaja en algún hospital, esto ofrecerá una señal de mayor diversidad en su experticia, lo que brindar mayores certezas de sus capacidades como profesional.

Ofrezca preferencia a la orientación académica. Los cirujanos que se dedica a formar a otros cirujanos en centros docentes y universidades tiene mayor probabilidades de ser personas más actualizadas en el ámbito profesional lo que garantiza mejores niveles de satisfacción en los resultados de su ejercicio profesional

Solicite testimonios de terceros. Resulta un buen indicador solicitar testimonios de personas que hayan recibir tratamiento cosméticos similares del mismo cirujano, ya que así se podrá comprobar su calidad, a partir de los resultados objetivos que ha logrado.

Verifique que posee instrumentos de trabajo de alta calidad. Un buen cirujano debe operar en centros médicos que dispongan de las tecnologías, insumos y suministros médicos necesarios para obtener los resultados favorables. Al menos es requerido que los quirófanos tengan procedimientos adecuados de esterilización, eliminación de microrganismos, equipos de anestesia en óptimo estado y sala de cuidados intensivos, como base para garantizar la seguridad del paciente durante una cirugía estética.

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Photo by tedeytan

La gran mayoría de las cirugías plásticas son exitosas

Existen muchos tipos de cirugías plásticas, las liposucciones, rinoplastias, blefaroplastias, el incremento mamario, entre otros, siendo por lo general ejecutadas tras aprobarse un conjunto de criterios de control de calidad médico-asistencial y tras una evaluación integral de las condiciones del paciente en cuestión. En términos generales, se puede afirmar que la tasa de mortalidad por mala praxis de cirugías cosmética es baja. Como muestra de ello, un estudio realizado por la Revista Chilena de Cirugía (2008) indicó que, por ejemplo, la tasa estimada de mortalidad en lipoaspiraciones y abdominoplastías ronda arredrar de 20 muertes por cada 100.000 intervenciones.

Por su parte, en Estados Unidos tan solo se reporta alrededor de 3 muertes por hernio plastias ambulatorias de cada 100.000 ejecutadas, lo que resulta en una cifra significadamente menor a la cantidad de víctimas fatales por accidentes de tránsito, que se ubica en 16,4 por cada 100.000 habitantes, lo que permite afirmar que ciertamente las cirugías plásticas son procedimientos médicos, por lo general, bastantes seguros, por lo que no es conveniente calificar genéricamente a este tipo de práctica médica como negativa, a partir de algunos pocos casos de mala praxis, ya que la cantidad de casos favorables supera con creces a los casos que exhiben complicaciones, por lo que la gran mayoría de las cirugías plásticas realmente suponen condiciones que permiten resguarda la seguridad del paciente.

La falsa promesa de los precios bajos

Suele ocurrir que miles de pacientes se sienten atraídos por la promesa de procedimientos de bajo costo que se ofrecen por algunos centros de salud. Por desgracia, las personas con baja educación o demasiado inocentes terminan eligiendo la opción que es el más asequible en términos de costos, lo que no necesariamente es garantía de óptimos resultados. Hoy en día buena parte de las decisiones asociadas a la realización de una cirugía cosmética son impulsadas por las presiones financieras o sociales, lo que no siempre culmina de modo favorables, ya que muchas de las operaciones a bajo costo sacrifican la calidad para, precisamente, ofrecer el servicio a precios más competitivos que el resto del mercado. Sin embargo, pero esto ocasiona que las intervenciones quirúrgicas ocurran sin los estándares mínimos de calidad o con equipos médicos relativamente obsoletos que no brindan los mismos niveles de seguridad al paciente.

Por esta razón es importante no permitir que el único punto fuerte en la decisión de operación sea el asunto financiero, sino que además se ponderen otra serie de criterios que son aún más relevantes para garantizar resultados médicos favorables al paciente y la intervención quirúrgica ocurra adecuadamente, minimizando al máximo los problemas postoperatorios y aumentando la seguridad del paciente.

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