¿Puedo rejuvenecer mis ojos con botox?
Cuando tenemos 20 años pensamos que nunca vamos a envejecer, todo marcha bien hasta que cumplimos 25 y nuestro querido colágeno empieza a desaparecer. A partir de ese momento, notamos cómo nuestras expresiones se marcan cada vez más, especialmente en el contorno de los ojos.
El botox es una toxina que bloquea los impulsos nerviosos que hacen que los músculos se contraigan eliminando las “arrugas dinámicas” o de expresión; la toxina es producida por una bacteria denominada Clostridium botulinum, causante del botulismo, que actúa en la unión de la neurona con el músculo, provocando su paralización.
El campo de la estética aprovechó estos efectos para utilizar la toxina como una alternativa que puede ayudar a rejuvenecer y mantener ese aspecto “joven” en el rostro, porque suaviza las arrugas de la frente y las molestas “patas de gallo” o líneas de expresión en los ojos.
Es ideal para la zona del contorno de los ojos porque reduce notablemente las arrugas y ayuda a corregir los párpados y las cejas asimétricas. En el caso del párpado inferior las opiniones son variadas, algunos han reportado buenos resultados, sin embargo, las indicaciones orientan que no es una zona que debe ser tratada con este procedimiento porque puede causar bolsas, flacidez y dificultad para parpadear.
La toxina botulínica ofrece muchos beneficios, pero el paciente debe tener en cuenta que no es un procedimiento invasivo, como una cirugía plástica, por lo que no es tratamiento permanente. Una vez inyectada la zona, el paciente debe hacer el mantenimiento o retoque en el tiempo que le indique el especialista
También hay que tener en cuenta que no todas las arrugas pueden ser tratadas con el botox; aquellos pacientes con arrugas delgadas causadas por la exposición al sol y arrugas profundas causadas por atrofia de los tejidos blandos no tienen una mejora significativa con este procedimiento. Algunos especialistas prefieren solo inyectar los músculos superiores de la cara, pues consideran que los inferiores son necesarios para las funciones diarias.
Hay que destacar que estas inyecciones no solo son beneficiosas para tratar arrugas de expresión; la Food and Drug Administration (FDA) aprobó el uso de la toxina para tratamientos no estéticos, ya que ofrece una mejoría significativa a pacientes que sufren de migrañas, sudoración excesiva, blefaroespasmo (cuando los músculos oculares se contraen involuntariamente), espasmos musculares, dolores de espalda y mandíbula. Lo que hace el botox es bloquear los impulsos nerviosos que provocan la contracción de los músculos afectados; también disminuye la intensidad de las migrañas y bloquea los transmisores químicos que provocan la sudoración.
Es de mucha importancia que toda persona que desee aplicarse este tratamiento acuda a médicos especialistas, pues esta toxina no debe ser aplicada por esteticistas. Aunque casi todos pueden inyectarse porque el botox es inocuo, es importante una revisión médica previa para determinar los antecedentes del paciente y prevenir complicaciones.
La inyección no causa deja cicatrices, se debe esperar un periodo de al menos cuatro meses para ser usada nuevamente en la zona tratada y si es bien colocado no debe afectar la expresión de la personas, es un mito que deja un aspecto acartonado. Hay que recordar que el botox no quita años, solo mejora la apariencia dando frescura a la expresión.